Carta para mi madre por su día:
Hola amatxu–mamá, hoy quiero regalarte un paquete de txutxes-gominolas muy especial.
He elegido personalmente todos los ingredientes que forman parte de tu regalo.
Empezamos por meter un huevo Kinder, en él se encuentra escondida una sorpresa, en este caso la gran sorpresa fui yo cuando viste mi carita por primera vez, y desde el primer momento que me tuviste en tus brazos no me has dejado ni una sola vez, siempre montando mis piezas, enseñándome a vivir el día a día. Se que el huevo Kinder es dulce, en mi caso, a veces soy un poco agri@, por eso te doy las gracias por quererme tal como soy.
La siguiente gominola que voy a meter son los besos, me das muchos, a veces demasiados, pero el día que no me das tantos porque andas demasiado liada, los echo de menos, no te lo digo, porque sino serías capaz de comerme y eso amatxu, no quiero, porque seguro que me desgastas mi carita.
Voy a continuar con los dedos, siempre me tiendes la mano para que yo pueda coger uno de tus dedos.
Gracias a que agarro tus dedos puedo desplazarme a cualquier parte sin temer a nada ni a nadie. Donde quiera que vaya agarrad@ a ti, se que nada puede pasarme y que contigo saldré victorios@ de todas las batallas que enfrento día a día.
Para vosotros los adultos, nuestras batallas no tienen importancia, pero para nosotros son todo un mundo, son las cosas más importantes que nos llegan a ocurrir como mini adultillos, así que gracias por tenderme la mano en todas mis batallas.
También voy a meter los pulpos de gominola, porque tú eres como un pulpo, haces mil y una cosas a la vez, me abrazas, me riñes, me besas, me haces la comida, la cena, el desayuno y la merienda, todo al mismo tiempo, a su vez cuando hay un peligro que se cierne sobre mí, con tus armas de amatxu–mamá espantas a todo y a todos, luego igual dices que te has pasado, pero de primeras expulsas toda la tinta.
También voy a meter nubes de algodón, son tan esponjosas…me recuerdan lo blandita que eres cuando me recuesto contra ti, se esta tan cómod@ en tus brazos y me gustan tanto esos abrazos tan esponjosos… que me quedaría por el resto de mi vida.
Para terminar, te voy a regalar un bizcocho en forma de corazón, mi corazón. Amatxu, este no te lo puedo meter en la bolsa, contiene tanto amor para ti que me resulta imposible encerrarlo.
Tu corazón y el mio estarán unidos para toda la eternidad, tenemos un lazo indestructible que nos hace tan fuertes como mi super héroe favorito, Thor.
Espero que todo este paquete de txutxes te guste tanto como a mi, ya sabes que soy muy golos@, tanto o más que tú.
Tu hij@ que te quiere hasta el infinito y mas allá.
Para mi madre, con todo mi amor, te regalo este paquete hecho especialmente para tí:

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©Ziortza Castro Belaunde-Revista ieup
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