Tal y como está la vida en estos momentos, con la incertidumbre que se ciñe sobre nosotros, el trabajo se encamina hacia el autoempleo, hacia los autónomos.
Para mi, el autoempleo, el ser una persona autónoma, significa ser valiente, ver la vida con otros ojos, tirar hacia adelante en los momentos duros y no pararse en los buenos momentos.
Pero cuidado, no todo el mundo está preparado para ser su propio jefe.
Antes de nada, tenemos que analizarnos aunque solo sea un poco, no engañarnos a nosotrxs mismos y asumir todas las responsabilidades y consecuencias.
Cuando decides ser una persona autónoma, tienes que saber que dentro de lo que has decidido montar hay muchas variantes de las que no puedes ocuparte, pero sí puedes tener una pequeña noción para ir saliendo del paso, para que en el momento de la gran explosión de colores puedas delegar y poder dedicarte a otros temas que como jefe-jefa te tocan sí o sí.
Ser tu propio jefe-jefa, va de superarse a sí mismx minuto a minuto, hora tras hora y día tras día.
Poner toda la pasión en el asador y darle vueltas hasta llegar al punto perfecto de cocción y sabor.
Ser una persona autónoma significa hacerte valer frente a los que ya llevan años dando el callo y apoyarse con los que están empezando, los comienzos son duros y más si los comienzas en solitario.
Ser una persona autónoma significa deshacerte de los “lo intentaré”, para decir “lo haré”.
La persona autónoma debe poner precio a su cabeza metafóricamente, esta persona sabe cuánto vale su cabeza, lo valiosa que es para su supervivencia, bueno, pues lo mismo ocurre con lo que ha decidido vender, sabe cuánto valor tiene, cuánto le cuesta hacerlo y por eso se tiene que hacer valer en el mercado de la vida.
Uno de los mayores errores que tenemos los autónomos, es que no nos hacemos valer, por eso, cuando decidimos vender nuestros servicios, pensamos que bajando los precios lo solucionaremos, falso. La solución no es bajar el precio, sino bajar a tierra, pisar tierra, ella nos conectará con nuestra realidad y en ese preciso momento dirás, “Porque yo lo valgo”.
Resumiendo, ánimo valientes autónomos, este mundo está preparado para superarse día a día, para los que ante cualquier problema buscan la solución, para los que sabiendo que el fondo está más cerca que la superficie no se rinden, porque saben que en el momento más inesperado la orilla se acerca y por fin la tierra es su hogar.
©Ziortza Castro Belaunde
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