Una vez que el Covid ha pasado a un segundo plano, nos vemos con la tesitura de si debemos ponernos la vacuna o no.
¿Vacunarse si? ¿Vacunarse no?
Para mí, todo esto gira en torno a una única palabra: MIEDO.
Bajo esta palabra se puede controlar a toda una humanidad.
El miedo es una de las emociones más peligrosas que pueden existir. Por alguna razón, el miedo es la emoción que antes se cuela en nuestro organismo haciendo que actuemos de manera totalmente contraria a nuestra naturaleza.
El MIEDO, se cuela como un virus informático, no lo ves, pero enseguida empiezas a notarlo.
Nos provoca ansiedad, enfado, ira, depresión, en una palabra, provoca una destrucción en el ser humano y lo peor de todo es que no nos damos cuenta de ello.
En esta vida debemos tener PRECAUCIÓN, que NO MIEDO.
Con toda esta situación, diría que antes de precipitarnos y de decir SI o NO, pensemos muy bien si queremos o no, si lo necesitamos o no.
La mayoría de las veces, como seres humanos que somos, hacemos lo que el vecino hace, aunque creamos que lo hacemos porque nosotros queremos, pensemos muy bien antes de actuar.
En mi casa he hablado sobre este tema con mis padres, yo soy de una opinión y ellos son de otra.
No están ansiosos por vacunarse, cosa que admiro, pero sí que lo harán en el momento que les toque.
Por mi parte me gustaría que no lo hicieran, creo que es demasiado pronto, pero también se que ellos son personas cabales y que van a actuar según su juicio.
Nosotros, como bloque familiar incluidos mis padres, ya lo hemos pasado, es más, pasó como un refriado común, nos dimos cuenta cuando ya perdimos el olfato y el gusto, cosa que con un resfriado también se pierde, tienes tantos mocos que dejas de oler y de degustar.
Esta vida son decisiones, unas veces buenas y otras menos buenas, pero debemos asumirlas.
Por mi parte, creo que la vacuna para mí, para yo ponérmela, no la veo necesaria, pienso que soy una persona sana, que a simple vista no tiene ningún tipo de problema, entonces no encuentro una necesidad.
Es como cuando por el Covid, mi sentimiento nunca ha sido de MIEDO (también es verdad que no he visto las noticias, a mi juicio son muy tóxicas) mi pensamiento siempre ha sido que si tenía que pasarlo lo pasaría, desconocía cómo me tocaría, pero lo pasaría. De hecho lo he pasado y muy bien.
Se que mi pensamiento en torno a este tema ha influido en todo, es decir, a cómo lo he pasado y cómo me he recuperado. Ninguna secuela de nada.
También he visto gente a mi alrededor realmente preocupada por todo lo que se comentaba en los medios de comunicación y que han llegado a tener la enfermedad y su estado ha sido más grave y su recuperación más tardía.
Se a pies juntillas, siento, que cada cosa que nos toca vivir la llevaremos mejor o peor dependiendo de cómo pensemos, cómo actuemos.
Esta situación que nos ha tocado vivir, que nos toca vivir no difiere de otras muchas.
Animo a vivir desde la confianza de que elegiremos lo mejor que sepamos, que seremos consecuentes con las consecuencias y que no culparemos a los demás por nuestras decisiones.
©Ziortza Castro Belaunde
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