Berango LAB, organizó una charla, impartida por Izaskun Rama de Maiken Koop. perteneciente a la asociación Emakumeekin, asociación de mujeres emprendedoras y empresarias de Euskadi, sobre las “Barreras internas y externas que tenemos las mujeres a la hora de emprender”.
Fue una ponencia muy amena y constructiva donde se vieron las resistencias más importantes que la mayoría de las mujeres tenemos a la hora de emprender un nuevo proyecto en solitario, siendo nuestras propias jefas, nuestras propias empleadas, nuestras propias comerciales y nuestras propias socias.
Remontándonos a tiempos inmemorables, las mujeres hemos jugado un papel en la historia donde nuestro roll ha sido básicamente el de dar la vida, cuidar, estarnos muy quietecitas en casa sin voz ni voto, mientras los hombres se encargaban de traer el dinero a casa, se despejaban con los amigos, sin preocuparse de nada más.
Metidos ya en pleno S.XXI, las mujeres hemos dicho, “hasta aquí hemos llegado”, y cuál ha sido nuestra sorpresa que mientras intentamos sacar adelante un proyecto propio, nos encontramos con un montón de resistencias que arrastramos de nuestras antepasadas, por un lado y nuestras, por otro.
La primera resistencia y las más importante desde mi punto de vista es “Ser mujer” y por si esto no fuera bastante, tener personalidad, esta resistencia, si la miramos desde fuera no debería ser nuestra, ya que son los hombres los que se resisten a tener una mujer con personalidad trabajando codo con codo. Y mi pregunta es, si tan seguros de sí mismos son los hombres, ¿de qué tienen miedo?
En la ponencia de Izaskun, se habló de muchísimas más cosas, como puede ser el valor que damos a nuestro trabajo. Si te pones a analizarlo, las personas ponemos precio a nuestra cabeza sabiendo que es muy valiosa, tanto que sin ella no somos nada ni nadie, sin nuestra cabeza no pensamos, nos anulamos por completo.
Entonces, ¿por qué somos las primeras que degradamos nuestro trabajo si precisamente sale de nuestra cabeza?
Si hiciéramos una regla de tres (¿sabéis lo que es?), nos daría el valor exacto de lo que debemos cobrar por nuestros proyectos, y no bajarnos del burro, en el precio está puesto toda nuestra pasión, todo nuestro conocimiento, en una palabra, toda nuestra cabeza y nuestro corazón.
Creo que son dos partes importantes del cuerpo humano, el corazón es lo primero que se forma y donde tenemos guardada toda nuestra sabiduría y nuestra cabeza es la que da forma a esa sabiduría.
Otra de las cosas sobre las que se habló, fue sobre la conciliación laboral y familiar.
Este tema lo voy a tratar como un contrato entre dos personas, da igual el sexo, porque seguro que cuando se trata de dos personas del mismo sexo, una de las partes toma el roll del trabajo y la otra de cuidador de la familia-casa.
En el caso de ser una familia hombre-mujer, por lo general es siempre la mujer quien se encarga de la casa, de los hijos, etc.
Una casa es una empresa y extrapolando casa-trabajo, si una mujer es capaz de llevar una casa con todo lo que ello conlleva, que son muchas cosas, es capaz de materializar su proyecto personal en formato auto-empleo, y los hombres que digan lo contrario son los que nunca se han preocupado de nada con respecto al hogar familiar.
Lo primero que debemos hacer las mujeres para que esto cambie, es cambiar nosotras mismas. Los cambios siempre, siempre, siempre, vienen desde el interior. Cuando trabajas tu interior, cuando trabajas todas las creencias limitantes de las que eres consciente y de las que no, todas a su tiempo van saliendo según vayas avanzando, el mundo exterior va cambiando, el sentimiento interno de valoración se ira implantando externamente en una sociedad en la que poco a poco la mujer va ganando terreno.

En el interior de nosotras están nuestras armas, esta todo lo necesario para darnos el valor y el empuje y decir “Soy mujer, soy capaz, soy YO, soy valiosa para mí, para la sociedad y para el mundo entero”.
©Ziortza Castro Belaunde – Revista ieup!
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