La historia de la peluca demuestra, como el ser humano ha querido cuidar su imagen desde hace miles de años. La calvicie siempre ha existido y ningún hombre o mujer de buena posición podía permitirse mostrar su calva. En la Antigüedad, llegó a ser un auténtico producto de lujo. Por definición, una peluca es una cabellera postiza de cabello sintético o natural y es usada por motivos estéticos principalmente para así disimular la pérdida de cabello tanto en mujeres como en hombres.
Los egipcios fueron de los primeros artesanos elaborando pelucas que se confeccionaban con cabellos naturales. Principalmente para soportar el calor de la tierra africana y evitar la presencia de algunos parásitos, los antiguos egipcios solían afeitarse la cabeza. De esta manera la calvicie voluntaria dio pie a la confección de diferentes pelucas, según el sexo y la condición social. En la actualidad, se pueden ver ejemplos de estos elaborados trabajos en distintos museos del mundo.
Las pelucas también fueron populares en la época clásica, en Grecia y Roma. En el siglo I A.C. tuvieron gran aceptación las pelucas rubias en Roma, confeccionadas con cabellos de los pueblos germánicos sometidos por el Imperio. Se sabe que en Roma no sólo las mujeres usaban pelucas; algunos emperadores, como Nerón y Calígula, quien además era calvo, las emplearon como artilugio de vanidad y distintivo de poder, pues la apariencia física, el arreglo y el vestido eran de gran importancia para esta cultura.
El auge de las pelucas llegó en el siglo XVII cuando se pusieron de moda en Europa. El rey francés Luis XIII, que sufría de alopecia desde joven, vio en ellas su salvación y declaró ante su Corte: “Señores, desde hoy ya no hay calvos en mi reino”. Así́, a partir de 1624 los nobles europeos, siguiendo la práctica del monarca, empezaron a colocarse postizos en la cabeza.
El fenómeno comenzó́ a extenderse primero entre los miembros de la corte, y pronto se expandió́ entre los diferentes gremios, la servidumbre, el clero e incluso los niños.
Para el siglo XVIII las pelucas se llevaban empolvadas, para darles un toque característico. Las damas de la corte se veían obligadas a sujetar constantemente su peluca por ser tan recargadas y voluminosas. En el siglo XIX existían muchas pelucas disponibles, aunque para esta época en su mayoría las utilizaban damas mayores que habían perdido su cabello. Las pelucas también se llevaban habitualmente durante los comienzos de la historia estadounidense. Así lo hicieron John Adams, Thomas Jefferson, James Madison y Alexander Hamilton.
En la actualidad, la industria que genera pelucas, extensiones y prótesis capilares ha aumentado por la alta demanda. La producción se realiza en fábricas a nivel industrial pero también a mano, encontrando precios más asequibles al público.
Fuentes: https://www.xlsemanal.com/conocer/historia/20171028/la-fascinante-historia-de-las-pelucas-postizos.html, https://curiosfera-historia.com/historia-de-la-peluca-origen/https://www.curiosfera.com/, https://lamaisondelcabello.es/blog/la-peluca-historia/.

©Ikerne Rosales- Bióloga
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