Delicioso para algunos, molesto para otros, el chicle tiene miles de años de antigüedad.
El primer chicle del que tenemos constancia tiene 5.000 años. Lo encontró una estudiante británica de arqueología en una excavación en Finlandia.
Se trata de una bolita de alquitrán de corteza de abedul y conserva numerosas marcas de dientes. Los expertos creen que la gente del neolítico mascaba chicle para curar infecciones bucales e incluso para reparar vasijas de barro.
En la antigua Grecia se masticaba chicle de resina de Lentisco, un arbusto muy extendido por la región. Las mujeres griegas lo usaban para mantener limpios sus dientes y mejorar el aliento.
El origen del chicle moderno, se halla en las selvas de la zona del norte de Centroamérica y el sureste de México. En concreto, en un área denominada el Gran Petén, donde surgió la cultura Maya hace ya más de 2000 años.
Fueron precisamente los Mayas, los que iniciaron la recolección de uno de los árboles más abundantes en la zona, el chicozapote. Lo hacían realizando cortes en la corteza en forma de “Z”, para que brotara la sabía que era recogida en unos cuencos colocados en la base del árbol.
Después de un sencillo proceso de secado, se obtenía una especie de goma masticable, que era empleada para limpiar la boca y los dientes. También para “engañar” el estómago en los rituales de ayuno. El nombre que recibió fue sicte o tzictle, cuyo significado es fluido vital o sangre. Al poco tiempo lo utilizaron para comerciar con otros pueblos mesoamericanos.
A mediados del siglo XIX, un personaje muy polémico, el general Antonio López de Santa Ana lo llevo a Estados Unidos, él creía que se podía aprovecharse como un caucho más barato, pero los estadounidenses acabaron por usarlo de la misma forma que los mexicanos.
En España y el resto de Europa ha sido usado con fines higiénicos sin mayor impacto y su nombre paso a la lengua española como chicle.
Hoy en día la palabra chicle hace referencia a una pastilla aromatizada y saborizada, de textura semejante a la goma, que se mastica pero no se traga. Sin embargo, conviene acotar que en nuestros días ya no es utilizada la savia del chicozapote para fabricar este producto.
©Ikerne Rosales
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Fuentes: https://curiosfera-historia.com/origen-del-chicle-historia-inventor/, https://www.brandstocker.com/trident-y-el-origen-del-chicle/, https://www.cancun-online.com/Editorial/Chicle/ y https://www.diccionariodedudas.com/origen-de-la-palabra-chicle/#:~:text=La%20palabra%20chicle%20proviene%20de,las%20selvas%20M%C3%A9xico%20y%20Centroam%C3%A9rica.
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